30 abril 2005

El subtítulo de la conciencia

Hola amigos, en un intento fallido de ser la voz de la conciencia, en rol de virtuoso amigo animante a escribir en este blog (hubiese llegado a ser, ¡fíjate tú! la blog de la conciencia...) he sucumbido a la grafía de mis palabras y hoy, a la vez que ayer, antier y pasado mañana (mañana libro porque tengo que leer) me convierto en el subtítulo de la conciencia, fiel subalterno del titular a conciencia, y experto manijero de la conciencia titulada.

En esta situación, y debiendome un buen vaso de vino, digo... bebiendome a mi deber, expongo ante todos ustedes estas palabras, para que libremente deliberen y las comenten a su antojo, a ver si así al menos el bueno de Alberto, bueno, Alberto el bueno, y también Lourdes que Lourdes también, leen nuestras andanzas por los alrededores, nuestras pamplinas de la periferia y nuestras cosillas del interior, sabiendo a sabiendas de las sabandijas que sabe mucho el que poco sabla, y sablese o sálvese la salve de la selva, porque la voz de la conciencia escribe ahora subtitulado, en inteligible e intendente lenguaje de las letras letradas, que sin leyes son.

Adios, buenas noches.